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De las almas que no mueren

Sinopsis

Un buen día, después de vanos intentos sin éxito por hallar lo que buscaba, encontré una colección de viejos sonetos, papeles, páginas, esbozos y otras particularidades del desorden, la indisciplina y la (buena) bohemia. Me di a la tarea de corregir algo, ordenar los hallazgos -al modo de un arqueólogo-, sofrenarme en mis ímpetus de mandar todo a paseo y detenerme luego por respeto a las personas que en determinado momento ocuparon mi atención. Penetrado del (escaso) valor literario que tenían y tienen esas cosas viejas y otras de los últimos tiempos, tales como sonetos, homenajes, estudios, reconocimientos, discursos y otras tareas que me demandaron, a su turno, alegrías, tristezas, desvelos, preocupaciones y renovado respeto por las personas y las cosas, me di a la tarea de las aludidas correcciones y ordenar y completar las piezas, agregando los que después vinieron (confirmando que algún otro valor tenían y tienen). De todo ello, salió este libro que abrigaba in mente hace tiempo, el que dividido en dos partes, contiene la primera catorce capítulos, y la segunda, veintidós. Del por qué este procedimiento. No lo sé, realmente; salvo que en la primera parte están exclusivamente personajes (hombres, seres humanos, personas) que han muerto, excepto uno de los Mendióroz; en tanto que, en la segunda, muchos viven, por suerte, pero además he incluido entidades o instituciones, como un tribunal de justicia y un taller poético, así como ciertas generalidades a argentinos y políticos.

Información


  • Atilio Milanta

    Abogado argentino. Reside en La Plata desde 1946. Se recibió de abogado en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP. Entre 1956 y 1996 se desempeñó como docente de dicha unidad académica. Actualmente es Profesor Titular en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP. Publicó su primer libro de poemas en 1960, Resonancias nicoleñas, y el último en 2006, Odas y poemas. En su prolífica producción literaria ha publicado cuarenta libros. Integra la Comisión de Cultura del Colegio de Abogados y el Comité consultivo permanente de la Fundación FUNDADIS para el desarrollo y promoción de públicaciones específicas sobre el discapacitado. Es vicepresidente 1º del Instituto Belgraniano de la Provincia de Buenos Aires. Fue presidente de la filial La Plata de la Sociedad Argentina de Escritores, presidente de la cooperadora de Bomberos de La Plata y vicepresidente de la Universidad Popular Alejandro Korn. Fundó el Instituto literario Horacio Rega Molina y su sello editor Dei Genitrix, el Ateneo poético Nicolás Semorile, la Fundación Juan Vucetich de la cual es Presidente, el Instituto científico, cultural y literario Dr. Ginés García, y el Instituto poético Manuel Cazalla.

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