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Imágenes en Medicina Nuclear: Verificación de su validez en la práctica cotidiana

Sinopsis

Este libro habla de Medicina Nuclear (MN). Esta especialidad médica incluye tanto prácticas diagnósticas como procedimientos terapéuticos. En estas páginas se analiza solamente lo que concierne al cometido diagnóstico de la Medicina Nuclear que se logra a través de imágenes. La medicina actual es impensable sin la utilización de imágenes. Englobadas bajo el nombre de Diagnóstico por imágenes (DXI), su empleo trasciende la etapa de diagnóstico de las patologías y se emplean también con mucha eficacia para planificar terapias y evaluar resultados. Las imágenes que aporta la MN, se obtienen a partir de la administración al paciente de un radiofármaco y la detección de cómo se distribuye la radioactividad dentro del organismo; esa distribución es graficada en una imagen. Como toda práctica diagnóstica en medicina, las imágenes médicas tienen como objetivo la obtención de datos. El prestigio de que gozan las imágenes con respecto a otras formas de presentar la información, conlleva la falacia de que las mismas son información objetiva, reflejo cabal del interior del organismo, y no datos sujetos a interpretación. Esto ocasiona dificultades a la hora de evaluar las imágenes para decidir si son aptas para efectuar un diagnóstico. En el libro se establecen los criterios con que deben justipreciarse los estudios, que no tiene que ver con la apariencia de la imagen. A lo largo de los capítulos se sugiere entrenarse en aplicar formas comprobadas de valorar una imagen de Medicina Nuclear. Y esa evaluación debe hacerse examinando en profundidad las tres particularidades siguientes; la validez estadística de la adquisición; la eventual existencia de artefactos producto de la reconstrucción; la calidad de la imagen en relación al radiofármaco. ¿Invita el libro a dudar de las imágenes? De alguna manera sí. Pero no se trata de una incitación desconfiar de las imágenes médicas como procedimiento diagnóstico. No sostiene prejuicios ni suspicacias sobre métodos ya comprobados y validados. En lo que insiste es que no se debe aceptar la imagen como prueba de nada, hasta no estar seguros de que ha sido adquirida adecuadamente y poder descartar la presencia de artefactos; hasta no garantizar que la información que denota sea estadísticamente significativa; hasta no atestiguar con un control de calidad que el radiofármaco elegido y administrado se concentra en el territorio que se pretende indagar.

 

Información


  • Lisandro Montangie

    Licenciado en Física Medica y Doctor de la Facultad de Ciencias Exactas (área Física), Universidad Nacional de La Plata. Además es Jefe de Trabajos Prácticos de la Universidad Nacional de La Plata en la Facultad de Ciencias Exactas en la cátedra “Física de la Medicina Nuclear”


  • Vanesa Sanz

    Licenciada en Física Médica de la Universidad Nacional de La Plata. Especialista en Física de Medicina Nuclear (Permiso individual 25613/0/0/4-21). Como Profesional de planta permanente de la Comisión Nacional de Energía Atómica desempeña sus tareas en el área de la Medicina Nuclear en la Fundación Centro Diagnóstico Nuclear. Además es Jefe de Trabajos Prácticos de la Universidad Nacional de La Plata en la Facultad de Ciencias Exactas en las cátedras: “Física de la Salud, radioprotección y radiofísica sanitaria” y “Técnicas en Radioanálisis”, de la Licenciatura en Física Médica.


  • Luis Illanes

    Médico. Especialista en Medicina Nuclear. Especialista en Isótopos Radiactivos. Especialista en Endocrinología. Profesor Adjunto, de la Asignatura Física de la Medicina Nuclear, de la Carrera de Física Médica, de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP. Profesor Adjunto, Asignatura “Laboratorio en Medicina Nuclear”, de la Carrera de Física Médica, de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP. Miembro del CAAR (Consejo Asesor de Aplicaciones de Radioisótopos y Radiaciones Ionizantes) de la Autoridad Regulatoria Nuclear de 2010 a 2016.

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