Los estudios que se presentan recubren distintos aspectos del medievalismo actual, aunque este concepto es una idealización. El medievalismo es un campo muy complejo y extenso, salvo que se pretenda fijarlo reductivamente en un puñado de centros que marcarían la tónica de lo que sucede en el mundo de los historiadores. Pero aun así esos centros pilotos se distinguen por su diversidad. Esto sirve para aclarar que en este libro solo se tratan algunas porciones de la historia social y económica. Las cuestiones que se consideran cubren temas muy tradicionales siempre renovados, como el de feudalismo y mercado, de la transición al capitalismo y del origen del parlamento o el origen de las comunas, y otros que se actualizaron en las últimas décadas. Entre estos últimos figura el problema de la violencia (cuando Norbert Elias publicó su hoy famoso El proceso de la civilización en 1939 pasó desapercibido). También el problema del don, confinado durante mucho tiempo a la antropología, fue reciclado en las décadas de 1960 y 1970 para el análisis de la Edad Media hasta llegar a la antropología histórica. En otros asuntos hubo un cambio de perspectivas. Sobre las minorías confesionales, por ejemplo, se avanzó desde la polémica de Sánchez Albornoz y Américo Castro, teñida de nacionalismo esencialista, a los estudios poscoloniales y a los conceptos de aculturación o transculturación.
Doctor en Historia por la Universidad de Buenos Aires, especializado en historia medieval española. Docente de Historia Medieval en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y en la Universidad de La Plata. Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Cientí cas y Técnicas (CONICET).
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