La ventaja de los tiempos modernos sobre la antigüedad clásica en materia de información es evidente, gracias al periodismo. Basta para advertirlo con pensar que, sobre la figura de Esopo, por ejemplo, no se ponen de acuerdo los varios autores antiguos que de él se ocupan: Plutarco, Diógenes Laercio, Heródoto, Aristóteles y Fedro, entre otros. ¿Fue amigo de Solón y de Quilón? ¿Viajó por el Asia Menor y por Grecia? ¿Estuvo en Atenas? ¿Vivió durante el reinado de Amasis? ¿O en tiempos de Ferécides de Siros, Olimpíada 59? Dubitamos aún. Nuestros investigadores César L. Díaz, Mario J. Giménez y María Marta Passaro aventajan a todos ellos gracias a las fuentes periodísticas, correspondientes al período 1882-1900, para una ciudad de La Plata en plena niñez -o adolescencia-, con características muy particulares, las que suenan con sólo decir que, en 1884, el 80% de su población era extranjera. Y para algunos era ciudad de los pantanos: así opinaba Eduardo Wilde nada menos. (del proemio de Fermín Chávez)
Profesor e investigador de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata
Centro de Estudios en Historia/Comunicación/Periodismo/Medios, Facultad de Periodismo yComunicación Social, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, Argentina
Centro de Estudios en Historia/Comunicación/Periodismo/Medios, Facultad de Periodismo yComunicación Social, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, Argentina
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional