En la ciudad de Todi, cuya vetustez atestiguan las ruinas sucesivas de un triple amurallado, nació Jacopo de la noble familia de los Benedetti en año incierto, pero que es lícito conjeturar vecino al 1230. Su patria fue, pues, la Umbria, el país pintoresco y saludable que va elevándose, como un anfiteatro, desde los bordes del Tíber hasta las cuestas de los Apeninos; que mezcla la belleza agreste de montes altaneros y de abismos donde se precipitan sonoros torrentes con la serenidad del lago Trasimeno, y la visión de arcaicas poblaciones —Terni, Spoleto— trepadas al dorso de cerros menos ásperos, con valles donde el clima benigno estimula una vegetación meridional que alterna el roble y el pino con el olivo y la vid.
NotasMaterial digitalizado en SEDICI gracias a la colaboración del Sr. Alejo Marschoff.
Profesora, crítica literaria, traductora y conferencista. Alma Novella Marani conserva aún hoy su destacada posición entre los italianistas de la Argentina, un sector de estudios que cuenta en la actualidad con un espacio acotado pero muy dinámico en las universidades del país.
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