Las ciencias tienen un dominio universal en cuanto a la materia que investigan y a los hombres de todas las naciones que las ejercitan. Por otra parte, todas las ciencias están relacionadas y el progreso de una ayuda al de la otra; más aún: hasta que ciertas ciencias no resuelven sus problemas, otras no adelantan. De esto es un excelente ejemplo una ciencia física, la óptica, que con el microscopio reveló mundos desconocidos de la biología, y que necesitó de la química y de la mineralogía para lograr ciertos tipos de lentes que, de un avance a otro, dotaron a los científicos de microscopios con un poder de resolución y de análisis colorimétrico antes inasequible.
El doctor Mac Donagh fue naturalista por vocación. Nacido en la localidad bonaerense de Exaltación de la Cruz, el 11 de setiembre de 1896, desde joven lo atrajo con vivo entusiasmo la naturaleza. Se orientó entonces por los estudios de ciencias naturales en el Instituto del Museo de la Universidad de La Plata, institución en la que se doctoró en la especialidad de zoología. Los primeros estudios científicos que realizó versaron sobre insectos, disciplina en la que contó con la inapreciable dirección de su maestro Carlos Bruch, pero más tarde sus investigaciones se orientaron hacia la clasificación y la biología de los peces fluviales y marinos de nuestro país, así como temas de biología general. Entre estos últimos, dedicó con preferencia su atención al estudio de las teorías evolucionistas, asunto sobre el que dictó en diversas oportunidades lecciones en los cursos de cultura católica y en el Instituto Católico de Ciencias del que fue cofundador y, acerca del cual, versó uno de sus ensayos que integran su último libro: 150 años de evolución científica argentino-británica.
El doctor Mac Donagh desempeñó diversos cargos de responsabilidad, además de los que ocupaban las tareas de su especialidad. En 1944 fue designado Director General de Escuelas por la intervención federal en la provincia de Buenos Aires y al año siguiente asesor de la Dirección de Bibliotecas Públicas Municipales. Durante muchos años dirigió el Departamento de Zoología del Instituto del Museo de La Plata, institución en la que se desempeñó como profesor en la especialidad vertebrados, así como en la Facultad de Agronomía de la Universidad local, donde dictó las cátedras de zoología y entomología agrícolas.
Previamente, había sido en el Museo de La Plata encargado de la sección ictiología, hasta su designación como Jefe de Departamento y, posteriormente, director interino y titular de la institución. Los méritos que adquirió en el trabajo de laboratorio y en sus viajes de field- naturalist, unidos a su inteligencia clara y vasta cultura, lo llevaron a ser designado presidente de la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales, miembro de la prestigiosa Academia de Geografía y Jefe de la sección parasitología del Instituto Bacteriológico de la Provincia de Buenos Aires y de la Comisión Asesora de Lagunas Fiscales. Fue, asimismo, integrante de la Comisión Cultural de la Sociedad Geográfica Americana y de la Comisión Asesora de los Anales de la Sociedad Científica Argentina. En la actualidad, el doctor Mac Donagh se desempeñaba como director del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Católica Argentina.
Quienes lo conocieron sentirán con particular pesar su ausencia, que no sólo priva a la ciencia de sus valiosas y ya clásicas investigaciones, sino que troncha la existencia de un hombre de cultura superior, cuyos escritos y conferencias están sellados con un carácter peculiar, por el cual sus obras tienen la virtud de conferir interés, profundidad y trascendencia a los temas más diversos. Sus restos serán inhumados hoy a las 9.15 en el cementerio de La Plata, previa misa de cuerpo presente en la Catedral.
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